Introducción al conocimiento del budismo como religión, filosofía y modo de vida a través del monje D. Rafael Enríquez

Con el aforo del auditorio del Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León prácticamente cubierto, el venerable D. Rafael Enríquez de Salamanca, monje budista de San Fernando que reside actualmente en el monasterio francés de Nalanda, ofreció la conferencia titulada «Budismo, su historia, ciencia, filosofía y religión», enmarcada en la programación de actos organizada por la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes para el presente curso 2022-2023. El objetivo de la institución académica era ofrecer al público una visión sobre una religión, practicada en el mundo por más de 700 millones de personas, que va más allá de serlo, al haberse convertido en una filosofía de vida siguiendo unos parámetros marcados desde su fundación, hace ya más de 2.500 años, por parte de Siddharta Gautama, conocido como el Buda.

Esta conferencia tuvo lugar el martes 11 de abril de 2023, siendo el disertador presentado por Dª Milagrosa Macías López, licenciada en Medicina y Arqueología y paleopatóloga, además de amiga desde la infancia del monje venerable protagonista de la intervención durante la citada jornada. La señora Macías López realizó una presentación en dos partes: en una primera adentró a los presentes en algunas características del budismo, especialmente históricas, y la segunda se centró en la extensa trayectoria del conferenciante en su experiencia budista. Así, hizo una breve semblanza histórica del budismo y su eclosión «con sus círculos científicos y filosóficos» hasta llegar al siglo de la ilustración, momento histórico que invitó, entre tantas cosas, a «cuestionar, razonar y analizar todas sus enseñanzas», apostillando también las dificultades que supuso trasladar esta filosofía a la mentalidad occidental o los problemas en épocas contemporáneas con los acontecimientos que supusieron la invasión del Tíbet por parte de China o la eclosión generada por el budismo «por su sabiduría laica no dogmática de valores universales y un conocimiento muy profundo de la mente y de la naturaleza de los fenómenos».

Al hablar del conferenciante, la presentadora compaginó la exposición de la trayectoria de Enríquez de Salamanca con palabras que demostraban los vínculos de amistad de ambos. Del venerable explicó que marchó a Madrid para estudiar Derecho en la Complutense y licenciarse en 1989, donde volvió a San Fernando para trabajar como procurador. La concesión del Nobel de la Paz en ese mismo año al Dalai Lama despertó en él sus primeros intereses por el budismo. «Compartimos nuestros debates en tertulias», dijo la presentadora, que apuntó que el venerable, desde 1995, recibió enseñanzas en lugares como Granada, Madrid con la presencia del Dalai Lama, recibiendo en 2003 los cinco votos laicos del budismo, manteniendo posteriormente mayor implicación y tomando una trascendente decisión: abandonar su trabajo de procurador y marchar a la India, donde permaneció dos años. Marchó nuevamente con el Dalai Lama, a localizaciones claves como Benarés o Dharamsala, lugar del exilio donde radica el actual Dalai Lama. Decidió convertirse en monje, marcha a un monasterio de Francia y allí toma los votos de novicio, regresando a India para ser monje con los votos completos (gelong). Desde 2006 reside en el monasterio de Nalanda, ejerciendo la función de traductor del inglés al español de los programas de estudio de filosofía budista denominados programa básico y programa de maestros de 5 y 6 años de duración respectivamente.

Tras finalizar la presentadora su intervención, el presidente de la Academia, D. José Enrique de Benito Dorronzoro, cedió la palabra a D. Rafael Enríquez de Salamanca, que agradeció a la institución académica la invitación e indicó en sus primeras palabras que, entre los objetivos principales de sus palabras, se encuentran los de promover la armonía entre todas las religiones existentes en el mundo y reivindicar la importancia que poseen en el ser humano, ya sean las religiones teístas y no. Las primeras tienen unos 4.000 millones de seguidores, y entre las no teístas se encuentra el budismo, que el venerable quiso matizar no significa que sea atea. «El budismo no es ateo. No hay un dios, pero se muestra un total respeto a encontrar en cada religión el sentido de la vida de cada persona».

«A todos nos pone de acuerdo que queremos ser felices y no sufrir. El budismo busca la felicidad y eliminar el sufrimiento. Es complicado resumir lo que durante más de mil años se ha transmitido por parte del budismo, pero es esencial eliminar el sufrimiento y conocer las causas de ello». aseveró el venerable.

D. Rafael Enríquez de Salamanca dedicó una parte de su exposición -los primeros 30 minutos aproximadamente- a realizar una semblanza sobre la historia del budismo y su nacimiento. Se retrotrajo a los orígenes del budismo citando al fundador, «que se hizo buda gracias a su amor y compasión, especialmente». Habló del personaje histórico Siddhartha Gautama, ubicado temporalmente hace unos 2.500 años, y habló de sus orígenes, en el reino de los Sakias, ahora Nepal. Un príncipe muy protegido por su casa real «al que se le evitaba el contacto con el sufrimiento» pero su curiosidad hizo que explorara fuera de los muros del palacio real, hallando y manteniendo una experiencia crucial para su futuro: el encuentro con una persona enferma, una anciana y otra fallecida, «los tres mensajeros sagrados», que le cambiaron su perspectiva. Se preguntó desde entonces cuál es el origen del sufrimiento y repentinamente decidió salir de su entorno y familia para iniciar un nuevo camino.

El orador explicó que el fundador del budismo se encontró ya con la existencia de meditadores y cada uno fue impregnando al príncipe de sus prácticas meditativas, hasta alcanzar el grado máximo «si bien no era esto lo que buscaba, no era la respuesta a las causas del sufrimiento, hasta llegar a El árbol Bodhi, la higuera debajo de la cual Siddhartha Gautama se sentó a meditar, alcanzando la iluminación espiritual. «donde descubrió que la mente es capaz de alcanzar el estado supremo. La palabra buda significa una persona que los aspectos positivos los alcanza hasta  sus últimas consecuencias y los negativos los elimina, todo en su máxima expresión”, asevero el monje en sus palabras.

Así explicó el disertador que Siddartha se convirtió en un buda o en un “hombre despertado”, se propuso compartir su conocimiento yurante los siguientes 40 años, el Buda viajó por toda la India enseñando a las personas según su capacidad de comprender.

Posteriormente, el venerable en su exposición expuso los avatares históricos que provocaron la expansión del budismo por países como Laos, Thailandia, Camboya, etc. llegando a China en el siglo I con una gran aceptación, y posteriormente a Japón, Corea, etc. Al Tíbet llega en el siglo VII, posteriormente, transcribiéndose todo del sánscrito original del buda.

Diferencias entre el budismo indio y chino

El conferenciante entonces entró en la diferencias entre el budismo enseñado en India a través de los maestros centrados en Nalanda, la tradición budista que llega al Tibet donde se fundó el primer monasterio, llamado Samye. Desde allí se invitó a los maestros de India pero también a los maestros chinos, y en el siglo VII se celebró en este lugar el ‘debate de Samye’ donde se analizaron los conceptos de ambos budismos. De China llegó el hincapié en la mente concentrada, posteriormente desarrollado como el zen en Japón, doctrina en la que se le presta mayor importancia a la postura del cuerpo y la defensa de alcanzar el despertar mediante una mente concentrada. El budismo indio no acepta este concepto como tal, defendiendo que el despertar tiene dos grandes causas: la acumulación de mérito y la de sabiduría. La primera es la práctica del amor y la compasión, el amor que el budismo define como el deseo de la felicidad. La felicidad en el budismo se entiende como la ausencia del sufrimiento. Y la compasión hacia el prójimo, el deseo no solo de empatizar sino de liberarlo del sufrimiento. Respecto a la sabiduría, hay que conocer los orígenes para lograr el despertar.

Hay dos visiones entonces del budismo en ese momento, estableciendo con mayor fortaleza el concepto del budismo indio, que es el que se desarrolla en el Tíbet.

Entre los principales puntos del budismo se encuentran las que el buda dio en Benarés como enseñanzas principales basadas en las cuatro verdades nobles: Sufrimiento, Causa, Cesación y Camino. El sufrimiento de conoce, tiene causa, si se abandona ésta cesa o se produce la liberación del sufrimiento y se camina para esta cesación completa.

Entre otros aspectos, el venerable habló de la mente como fenómeno del cerebro, es decir, es materia, cosa que el budismo no acepta. La mente no es materia, asegura, a tenor de las emociones, los sentimientos, etc.

También hizo especial hincapié sobre la naturaleza universalista de las creencias budistas, lo que ha permitido al budismo adaptarse a diversas culturas, lenguas y sociedades y convertirse en una de las religiones más grandes del mundo.

En la última parte de su exposición, el monje venerable quiso establecer un debate con el público asistente a través de preguntas, produciéndose numerosas cuestiones que, por falta del tiempo establecido para la celebración del acto, no pudieron satisfacerse todas. Las personas interesadas en conocer los detalles de la exposición de D. Rafael Enríquez de Salamanca pueden visionar el vídeo completo del acto en el siguiente cuadro y que se encuentra en el canal oficial que la Academia mantiene en la plataforma Youtube. Así mismo, incluimos tras este vídeo una galería fotográfica del acto.

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