El pintor y académico de San Romualdo D. Ricardo Galán Urréjola ha sido protagonista artístico y cultural de la semana que ha finalizado gracias a dos actos celebrados el martes 16 y el sábado 20 respectivamente, y en los que ha presentado su nueva obra que, como él mismo ha manifestado, supone «un antes y un después» en su dilatada trayectoria. Una carrera que le ha llevado desde hace ya décadas a exponer en numerosos lugares del planeta, desde Florida a Amsterdam, Londres… pasando por numerosas ciudades españolas, entre ellas lógicamente San Fernando, ciudad natal de un pintor de gran prestigio.
Los actos citados anteriormente han tenido como objetivo dar a conocer la última obra de Galán Urréjola, la que marca un hito en su producción artística. Y es que ‘Paisaje para las cuatro estaciones’ es un cuadro con 30 metros de longitud y 21 piezas ensambladas, lo que da una idea de la monumentalidad de un lienzo infinito en el que, recorriéndolo, podemos sentir cada época climática del año. «No tiene nada que ver con Vivaldi, lo advierto, ni siquiera escuché sus cuatro estaciones cuando pintaba», explicó Urréjola en la conferencia que el día 16 ofreció en el Centro de Congresos ‘Cortes de la Real Isla de León’, organizada por esta Real Academia. Durante los duros meses de la pandemia que se resiste a ser meramente anecdótica, el pintor trabajó en su estudio de 95 metros cuadrados en un concepto gigante del tiempo. Eso sí, tuvo que adaptar su espacio de trabajo, hacer desaparecer temporalmente objetos, muebles, soportes… para que la veintena de piezas se fueran pintando de izquierda a derecha, no sin esfuerzo y agotamiento ante lo peculiar de una obra «que cuenta el paso del tiempo como elemento principal de su estructura. Es decir, algo que necesita libertad creativa y absoluta del pintor», explicaba Urréjola en su disertación, en la que fue mostrando imágenes de la creación del cuadro y sobre todo un vídeo -que ya dio a conocer hace algunos meses como preludio a la presentación pública- que recorre las estaciones urrejolanianas de un cabo a otro. Los tonos azules y grises del invierno, los cálidos del verano, los ocres del otoño y verdes floridos primaverales… «Está formulado en el expresionismo con ciertas alusiones a la figuración o la abstracción absoluta», asevera su creador, que no duda en afirmar una máxima: «en el arte lo que hay son infinitas posibilidades». Porque para Galán Urréjola, el mundo del arte no se contradice. De Velázquez a Picasso, pasando por todo un abanico de genios, la compatibilidad es lo que prima. «No es ciencia. El mundo de la ciencia no funciona así, donde llega el investigador para refutar lo anterior. Aquí todo son experiencias compatibles que incluso se pueden dar en un mismo pintor. Todo se mueve en función del uso adecuado de las fórmulas para el objetivo que se persigue».
Y entre estas reflexiones-axiomas para el artista, la pantalla del Centro de Congresos se llena de óleos, especialmente paisajes urbanos salidos de las expertas manos de Urréjola, que ya las conocen en confines dispares. A través de ellos, el pintor explica cómo desarrolla un cuadro desde la idea primigenia, «sin hacer un boceto previo», y en el cuadro titulado ‘Taxi’ detiene sus ojos un público que, asombrado, contempla el progreso de una pintura que se asimila en origen a un óleo abstracto para ir disponiendo elementos -edificios, aceras, señales de tráfico… y un taxi- hasta que surge la perfección. «Si en un cuadro las cosas no están en su lugar, el cuadro se derrumba solo», asegura, y reflexiona sobre cuando una obra así está terminada, mostrando de soslayo su discrepancia con aquella afirmación del gran artista Antonio López, cuando afirmaba que un cuadro jamás se acaba de pintar. «Yo creo que se culmina cuando él mismo lo decide, cuando la pintura te lo está señalando. El cuadro te dice cuándo no quiere más. Si no le haces caso, los objetos empiezan a estorbar y el conjunto empeora… Fírmame y barnízame, te exclama».
Y en todo este compendio de ideas, una de importancia primordial para contestar una pregunta que parece incontestable. ¿Cuándo un cuadro es bueno? Y Galán Urréjola replica. «Pongamos un ejemplo de un retrato. Lo contemplamos y decimos «cuánto se parece al modelo». Eso no quiere decir que esa pintura sea buena, solo que se parece a alguien. Un cuadro no debe parecerse a alguien o a algo, sino ser en sí. Ser un mundo concreto, un universo creado, el de ese personaje, el de todo lo que muestre, y que contenga dos cosas: la ética y la estética. La verdad y lo bello son la misma cosa, y el arte es el encargado de presentarlo, de proponer, que la ética esté presente».
Hablábamos del sábado 20 de noviembre. Cuatro días después de la conferencia organizada por la Academia de San Romualdo, la Galería GH-40 que gerencia el pintor y académico D. Juan Antonio Lobato García abría sus puertas para inaugurar la exposición donde, hasta el 8 de enero, se encuentra el monumental ‘Paisaje para las cuatro estaciones’. Es el único espacio expositivo donde se puede ubicar esta obra por sus dimensiones, y se puede visitar todos los sábados de 11:00 h. a 14:00 h. en la calle General García Herrán, 40. Los miembros de la Junta de Gobierno de la Real Academia de San Romualdo estuvieron presentes en esta apertura, que también contó con la presencia de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de San Fernando, Dª María José Foncubierta, y la concejala de Fiestas, Dª Mar Suárez.
En la misma exposición puede adquirirse el libro que, sobre ‘Paisaje para las cuatro estaciones’, ha escrito el propio autor de la pintura. Los beneficios de esta publicación irán destinados a Cáritas Parroquiales de la Iglesia de San José Artesano de San Fernando.
Ofrecemos a continuación el vídeo íntegro de la conferencia de D. Ricardo Galán Urréjola, posteriormente un vídeorreportaje sobre la apertura de la exposición donde puede visionarse el cuadro del pintor y dos galerías fotográficas de ambos actos.
